Realmente, ¿necesitas acondicionador?

El acondicionador puede ser malo solo en 2 ocasiones:

1) No es él, eres tú: Si usas uno para pelo seco y lo tienes graso, no te ayudará para nada. De hecho, te lo dejará pesado y sin movimiento. Eso no es rocket science!

2) ¿Leíste las instrucciones? Si es así, sabrás que hay que usar una cantidad similar a una cereza, si tienes el pelo corto, o como de dos frambuesas, si lo tienes largo. También que solo debes ponértelo de medios a puntas, nunca sobre el cuero cabelludo. Imagina que tienes caspa (bueno, eso más bien suena a pesadilla) y te lo pones sobre la raíz, seguro los aceites agravarán el problema.

Es común que dé flojera usar acondicionador porque debe dejarse actuar durante varios minutos. Esto es porque algunos de sus componentes (como las proteínas) tardan más en trabajar. No te desesperes, puedes exfoliarte o lavarte el cuerpo mientras tanto.

Ahora que, para obtener todos sus beneficios, tampoco es necesario que te lo pongas todos los días, con 3 veces por semana basta. De hecho, si te excedes en la cantidad y la frecuencia de uso, corres el riesgo que se forme una capa que impida la penetración de otros tratamientos.

Contenido neto de un acondicionador

Aunque pueden variar en consistencia, algunos activos o el perfume, la mayoría de los acondicionadores están compuestos por:

  • Proteínas hidrolizadas, que hacen que el pelo sea más elástico.
  • Siliconas para desenredar y dar protección térmica.
  • Detergentes catiónicos, los cuales ayudan a neutralizar la carga negativa de la keratina (la proteína que recubre el pelo) y, con eso, disminuyen el frizz.
  • Polímeros, que se adhieren a la superficie para que quede plana, dejando una textura suave y aspecto brillante.
  • Lípidos, es decir, aceites que favorecen la hidratación.

¿Necesitas acondicionador?

Úsese en caso de:

– Exceso de frizz. Sobre todo si amaneciste con melena de león.
– Que tengas el pelo tieso, te lo dejará suave y fácil de manejar.
– Falta de brillo.
– Uses secadora, tenaza o plancha o cualquier herramienta de calor.
– Si tienes el pelo largo, notarás cómo mejora su flexibilidad.
– Esta quebradizo, pues aumenta un 10% la fuerza a la tracción, es decir, puede hacerlo más resistente a los jalones.

Conclusión

¡Voto a favor del acondicionador! Especialmente si eres de pelo rizado o largo. Estas recomendaciones te ayudarán a aprovecharlo y son a prueba de error:

Dónde Póntelo de medios a puntas, ¡nunca desde la raíz! Mucho menos cuando tu piel es grasa o tienes caspa.

Cuándo Al bañarte, primero ponte shampoo y luego el acondicionador. Mientras lo dejas actuar, ocúpate del resto del cuerpo.

Cómo Elígelo según el tipo de pelo que tengas. Los más densos le convienen a quienes lo tienen grueso o rizado, y los más líquidos a quienes lo tienen delgado. Si lo tienes chino y largo, lo necesitas cada tercer día.

Por qué Si sientes que traes una peluca acartonada o esponjado y con mucho frizz, sin duda necesitas acondicionador.

¡Aléjate!

  • Si tienes caspa.
  • Si notas que el cabello se te cae mucho.
  • Si, por la falta de costumbre, no puedes evitar ponértelo desde la raíz.

Volver